FIESTAS DE SAN JUAN 2019 | SON SERVERA
Cada año en Marratxí celebran sus fiestas patronales de Sant Marçal. Una de las fiestas de referencia en el calendario de verano mallorquín. Durante la semana de fiestas de Sant Marçal, el Ajuntament de Marratxí y diversas asociaciones del municipio organizan una gran número de actividades variadas entre las cuales destacan: conciertos, exhibiciones deportivas, certámenes artísticos, actos tradicionales en la iglesia de Sant Marçal y mucho más. Puedes consultar el programa de actividades a través de este enlace.
Su origen se remonta a principios del siglo XIV y es religioso: la Obrería del santo se dirigía en romería a caballo a una pequeña ermita rural para honrar a su patrón. Los «caixers» son los jinetes que representan los estamentos sociales: iglesia, nobleza, artesanos (maestro y aprendiz) y payeses (agricultores, uno del norte y otro del sur del término municipal); los «cavallers», el grueso de la cabalgata («qualcada»), son todos payeses de diversas edades, desde los 7 u 8 años a los más de 70.
La celebración de Sant Joan está rígidamente marcada por la tradición que se establece en los denominados protocolos, determinantes del nombre y las características sociales de las personas que intervendrán en la fiesta junto con sus obligaciones. Por tanto, el Caixer Senyor ha de pertenecer a la nobleza ciutadellenca y es el que elige al resto de personas que formarán la Junta de caixers, menos el Caixer Capellà seleccionado por el cura del pueblo.
La bebida típica de la fiesta, y de las otras fiestas populares de la isla, es el «gin», la ginebra heredada de los ingleses, que se toma con limonada o zumo de limón natural. En casi todos los pueblos de la isla esta mezcla se denomina «pomada».
ORÍGENES DE SANT JOAN EN MENORCA
La fiesta de Sant Joan es una fiesta tradicional celebrada durante los últimos siglos y su origen es de aire religioso. Según los historiadores, la fiesta de Sant Joan nació en una cofradía, donde se representaban los cuatro estamentos de la población de la época. Estamentos sociales que se representan dentro de la Junta de Caixers.
Concretamente, unos trece años después de la Reconquista de Menorca por parte de las tropas castellano-aragonesas, en el año 1287, el obispo de la diócesis mallorquina ordenó la reestructuración eclesiástica de Menorca. En el documento que se formalizó con tal motivo, El Pariatge, ya se menciona la iglesia de Sant Joan de Evangelista, posteriormente iglesia de Sant Joan Baptista. Este templo se encontraba en el medio rural de Ciutadella y su administración era responsabilidad del Gremio de la Payesía Obreria de Sant Joan.
El historiador Oleo hacía una mención a este documento del año 1456 referente a una comisión destinada a la ermita de Sant Joan d'Artrutx (Sant Joan de Missa). Este escrito demuestra la veracidad de su origen eclesiástico.
Concretamente, el año 1564 la Obreria de Sant Joan Baptista estaba formada por un obrero eclesiástico, un obrero caballero, dos obreros payeses y un obrero menestral. De esta forma, estaban representados los cuatro estamentos de la población.
Entre todos se repartieron los trabajos de conservar la ermita, recaudar limosnas y administrar los bienes. Más tarde, se añadió la persona que se encargaría de transportar el pendón de la cofradía.
Cada año por Sant Joan, se celebraba una peregrinación a la ermita donde asistían los penitentes y sus familias y amigos. El obrero caballero invitaba a los asistentes a un refresco a su casa y lo mismo hacía el sacerdote después del alba. De vuelta, la romería recorría Ciutadella.
Con el paso de los años la fiesta va adquiriendo fuerza y se le suman otros elementos que empiezan a formar parte, a partir del siglo XIV, como juegos de habilidad de la época y actos diversos haciéndola única. Los antiguos obreros son el antecedente histórico de los caixers actuales que integran la Junta de Caixers, que se renueva cada bienio y tiene la responsabilidad de organizar las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, así como velar por el cumplimiento de los protocolos. Estos protocolos son las normas que rigen los distintos actos y personajes que intervienen en las festividades.
Los escenarios principales y horarios aproximados de la fiesta son:
DIA DES BÈ
La fiesta se inicia el domingo anterior al día 24 de junio, el «Día des Be». Un payés vestido con pieles de cordero, a la manera de san Juan Bautista, recorre descalzo las calles antiguas de Ciutadella, acompañado por los «caixers» también a pie, e invitando a todos a la fiesta que se acerca. El día 23, a las 2 en punto de la tarde, y en el palacio del «Caixer Senyor» (noble) que preside la fiesta el bienio correspondiente, se inicia la fiesta con el «primer toc», la primera vez que suena el «flabiol», una sencilla flauta hecha de caña que con un pequeño tambor irá marcando permanentemente el compás de la celebración.
Con el primer toque de fabiol a las nueve de la mañana se anuncia la salida del Be y su comitiva formada por la Junta de Caixers. Es el Dia des Bè. Solicita la asistencia de todos a las fiestas el día 23 de junio.
9.00 h Primer toque de fabiol en el palacio del Caixer Senyor. Salida del Bè y la comitiva, formada por la Junta de Caixers. A lo largo del día recorrerán las calles del centro histórico de Ciutadella, visitarán el Ayuntamiento, el Palacio Episcopal, el hospital geriátrico, las entidades sociales, las casas señoriales y las posadas de los caballeros. Todo, para invitarles a asistir a las fiestas el día 23 de junio.
Cuando la Junta de Caixers y l'home des Be ya han hecho todas las visitas y el recorrido previsto, los caixers entran a beber y refrescarse en la casa del caixer casado. Después, se despiden el Caixer Capellà y el Caixer Senyor. La jornada finaliza ya entrada la noche.
DIA 23 DE JUNIO
La gran fiesta de Sant Joan empieza el día 23 de junio a las dos del mediodía en uno de los actos más multitudinarios acompañado por el calor popular.
14.00 h En el palacio del Caixer Senyor, el fabioler pide permiso para empezar la reunión de caixers y caballeros.
Ya formada la cabalgada de caballeros, excepto el Caixer Senyor y el Caixer Capellà, la esposa del caixer casat hace acto de entrega de la bandera de Sant Joan al caixer solter en la casa del caixer casat. Éste lleva la bandera durante todas las fiestas.
Por último, los últimos en sumarse a la cabalgada són el Caixer Senyor y el Caixer Capellà. Todos juntos, llevan a cabo la celebración del resto de los actos con el siguiente orden:
DÍA 24 DE JUNIO
La jornada del día 24 de junio en Ciutadella empieza a las ocho de la mañana. Son muchos los actos que se llevan a cabo a lo largo de todo este día: corregudes a sa Plaça, el caragol de Santa Clara o les proves dels jocs des Pla.
08.00 h El fabioler solicita al Caixer Senyor la autorización para iniciar la reunión de caballeros. Una vez la cabalgada está completa, siguiendo el mismo protocolo que el día anterior, se celebran los siguientes actos con este orden cronológico:
Por la Tarde:
¡Muro celebra sus fiestas patronales de Sant Joan Baptsita durante dos semanas! En Muro te esperan unos días llenos de actividades entre las cuales destacan: sus verbenas, conciertos, exposiciones, eventos gastronómicos y actividades deportivas. Puedes consultar toda la programación de actividades de las fiestas de Sant Joan Baptista a través de este enlace. VERBENAS
La Prehistoria e Historia Antigua de Son Servera está documentada en los cuarenta y dos yacimientos arqueológicos. Del período pre-talayótico destacan: Coves de Sa Font Gata, es Rafal Baix, Ca s'Hereu, etc. De la época talayótica, los talayots des Puig, de Pula y de Ca s'Hereu son los más significativos. De la ocupación musulmana de Mallorca nos han quedado vestigios como son la cultura del cultivo y del regadío, la agricultura en general, así como el uso de ciertos topónimos. En el campo, la población se agrupó en pequeñas alquerías y predios. El territorio de Son Servera, con la conquista islámica, pasó a formar parte del distrito de Yartan (Artà), junto con Capdepera y Sant Llorenç. La llegada de las tropas de Jaime I a la isla de Mallorca data de 1229. Es conocida la resistencia de los musulmanes en las montañas de Artà, que acabó al año siguiente, 1230. El rey Jaime I otorgó la Carta de Franquicia de la isla de Mallorca, en la que se exponían los derechos de los pobladores de la isla. Este documento tuvo larga vigencia hasta el Decreto de Nueva Planta del siglo XVIII. Después de la conquista de la isla, se llevó a cabo el Reparto de Mallorca. El territorio se repartió en grandes porciones de tierra. Jaime I se quedó con una parte importante que comprendía: Inca, Pollença, Sineu, Petra Artà, Montuïri, las montañas, la mitad de la Albufera y la mitad del término de Palma. Jaime I ofreció parte de sus territorios a sus aliados. El origen de Son Servera lo encontramos en este hecho. Durante el período comprendido entre 1250-1300, encontramos dos grandes propietarios en la comarca: los Ferri y los Cervera. A través de una serie de alianzas familiares la posesión de Binicanella pasó de generación en generación hasta que en el año 1474, se repartió entre dos hermanos Servera. Una parte de la posesión se llamó Son Frai Garí, mientras que la otra fue la de Ca s'Hereu. En el siglo XVII, Son Frai Garí fué subastada por la Real Audiencia de Mallorca y comprada por la Universidad de Artà, mientras que la posesión de Ca s'Hereu fue repartida por herencia a los hijos de Salvador Servera. Son Servera no tuvo administración propia hasta principios del siglo XIX cuando se independizó de Artà. El artículo 310 de la Constitución de Cádiz (año 1812) decía que se formaría consistorio en todos los pueblos con más de 1.000 almas. De esta manera, Son Servera consiguió la independencia, que perdió dos años más tarde. La independencia definitiva de Artà data de 1837. En el año 1820, la peste bubónica asoló nuestro municipio y redujo considerablemente la población. También afectó a Artà, Capdepera, Sant Llorenç y Manacor. De finales del siglo XIX tenemos que destacar la participación de serverines en la Guerra de la Independencia de Cuba y Filipinas. Durante el siglo XX la economía serverina ha experimentado un importante cambio: de basarse en la agricultura, la ganadería, y en menor medida, de la pesca, ha pasado a ser uno de los focos turísticos de la isla. Estas rutas no solo pasan por nuestro municpio, sino que también parten de otros municipios vecinos, o llegan. Con tal de difundir y dar a conocer estas rutas se han elaborado dos folletos informativos: uno para rutas de senderismo, y otro para rutas de cicloturismo. Los distintivos obtenidos en Son Servera se han obtenido gracias a la buena calidad de las aguas, a las instalaciones de las playas, entre otras, servicios sanitarios y duchas, y los servicios de limpieza y mantenimiento. Se trata de un certificado de garantía para las playas que ayuda a la promoción turística del municipio serverino. La presencia de una Bandera Azul en una playa reconoce y estimula el esfuerzo de algunas comunidades locales por conseguir que dicha playa cumpla determinados criterios de legalidad, accesibilidad, sanidad, limpieza y seguridad, así como, cuente con una información y gestión ambiental adecuadas. La campaña Bandera Azul se desarrolla anualmente en más de 40 estados de cinco continentes, incluyendo la práctica totalidad de estados de la UE "ampliada", de forma independiente, voluntaria y con la participación de más de 2000 municipios litorales. Gracias al apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-UNEP), y de la Organización Mundial del Turismo (OMT), se han ido incorporando así, desde 2001, campañas y experiencias piloto en países no europeos.
El Consorcio de Turismo, mediante las regidurías de Son Servera y Sant Llorenç, ha trabajando en la elaboración de una serie de rutas de senderismo y cicloturismo con el objetivo de poder ofrecer a visitantes y residentes otras opciones alternativas al sol y playa.
La Bandera Azul es un distintivo que otorga anualmente la Fundación Europea de Educación Ambiental a las playas y puertos que cumplan una serie de condiciones ambientales e instalaciones. El municipio de Son Servera ha mantenido sus banderas azules en las playas de sa Marjal, en la Costa des Pins, en la playa de Cala Millor, de modo que mantiene las óptimas condiciones en sus espacios costeros.