Qué hacer en Alaró

Reseña de la excursión al Castell d´Alaró con consejos para ir con los niños. El acceso a la ruta desde Alaró, es en coche, hasta el restaurante Es Verger, situado ya en plena Serra de Tramuntana (desde 2011 declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural). Desde este punto se retrocede por la carretera unos metros hasta que comienzan las indicaciones de la ruta de la piedra en sec, señalizado por el Consell de Mallorca. Desde ahí ya no hay pérdida hasta el Castillo de Alaró: Son unos 45 min/1 hora (depende del ritmo de los peques) andando por un sendero muy marcado con algunas escaleras de piedra. No se puede ir con cochecitos de bebé, ¡así que mochilas o fulares portabebés para los más pequeños! Otra opción, si los niños son muy pequeños, es aparcar mas arriba (subimos en coche por una pista de tierra un poco accidentada pero un turismo si va despacio puede subir sin problemas) y son unos 25 min. andando hasta el Castillo. Se irán sucediendo cultivos de olivo, bosques de encina, hasta llegar arriba, donde la vista hacia el valle y la Serra de Tramuntana es clara. La ruta, aunque en ligera pendiente, es apta para que los peques de a partir de 4 años aproximadamente puedan hacerla de forma autónoma. Sobre el Castillo de Alaró: Los primeros restos encontrados datan de la época talayótica y probablemente los romanos construyeron en lo alto de este montaña algún reducto defensivo, pero el primer testimonio documental que habla de su existencia es un texto en árabe del geógrafo andalusí Abi Bakr al-Zurhri que habla de “una gran fortaleza construida en un lugar alto y yermo, sin igual en el mundo habitado, que es conocida como Hisn Alarun”. El Castillo de Alaró ha visto batallar a los Rum, que fueron los bizantinos o población cristiana de origen romano, con los musulmanes; a los musulmanes defendiéndose de las tropas de Jaume I; y a los fieles del rey de Mallorca, Jaume II, con Guillem Cabrit y Guillem Bassa destacando entre sus filas, ofreciendo resistencia a la ocupación de la isla que llevó a término el rey de la Corona de Aragon, Alfons el Liberal. La última guarnición militar salió de la fortaleza en 1741 y desde entonces solo es santuario. Entramos en el castillo por un portal medieval de grandes dimensiones. Es la única entrada al recinto. Franqueada la antemuralla, penetramos en la torre del homenaje, también conocida por el nombre de Constipador. Cerca de la torre del homenaje, a la izquierda y más arriba según se entra, se encuentra el espolón oeste, que conserva una pequeña puerta con vistas a la Sierra. En la llanura superior del castillo (39ºN 43.940 / 002ºE 47.595) se levantan el oratorio de la Mare de Déu del Refugi, construido en 1622, y la hospedería, también conocida con el nombre de Cal Donat. Desde la hospedería se pueden visitar algunos aljibes, que pueden datar de la época musulmana, un horno de cal y la torre conocida como la Presó dels Moros, que defiende el lado sur del castillo.
