PARQUE NATURAL DE MONDRAGÓ
Ocupa un área aproximada de 766 hectáreas, de las cuales 95 son de propiedad pública. La costa es rocosa, llena de precipicios, excepto en las playas de S'Amarador y Mondragó. Aquí conviven varios ecosistemas donde crecen especies de flora de alto valor ecológico.
En S'Amarador y en las fuentes de n'Alis es fácil ver ejemplares de garza blanca, focha, polla de agua y correlimos menudo. En la costa no será difícil divisar al cormorán o a la gaviota de Audouin y, si hay suerte, a la elegante Águila pescadora planeando en el cielo en busca de peces. Presenta una gran variedad de paisajes, como sinuosos torrentes que desembocan en bellas playas y encinares donde abundan las orquídeas.
Podemos conocer el Parque en diversos itinerarios señalizados de entre 25 y 40 minutos de duración cada uno. Son itinerarios fáciles y sin grandes pendientes, se pueden hacer con niños perfectamente, con el debido cuidado de que no se aparten demasiado de nuestras vistas.
Podemos merendar durante los trayectos, y los perritos pueden acompañar si están atados, excepto en las playas (¡sin dejar basura por el camino!)...
Uno de los itinerarios, el de "la punta de ses Gatoves" está adaptado casi hasta el final para minusválidos (un tramo de aproximadamente dos kilómetros, donde también se ha instalado una pasarela de madera con barandillas en varios tramos y una plataforma, también de madera, que sirve de mirador para contemplar la playa de S'Amarador, la playa de ses Fonts de n'Alis y gran parte de la costa del parque hasta el Caracolero), con lo que también es apto para cochecitos de bebés (cerca del final de esta ruta se puede dar la vuelta pues el camino se estrecha para pasar con el carrito).
Se ofrece un servicio de visitas guiadas durante todo el año (consultar tarifas) y se realizan visitas guiadas los sábados para el público en general. Hay que avisar con antelación en la oficina del Parque. Teléfono: 971 18 10 22.
También se ofrecen sillas Joëlette a las personas que no puedan acceder al medio natural, por cualquier dificultad física o psíquica. En estos casos, para concertar la visita se tiene que poner en contacto con los voluntarios de Cruz Roja, con un mínimo de tres semanas de antelación y está condicionada a la disponibilidad de voluntarios (teléfono de atención al público de la Cruz Roja de 24 horas: 971 29 50 00).
En el centro de información (hay una máquina expendedora de bebidas) están disponibles los planos del parque con las rutas de excursión señaladas. El centro está situado junto a los aparcamientos de las fuentes de n'Alis está abierto todo el año excepto 25 y 31 de diciembre de 9h a 16h y es accesible a personas con movilidad reducida.
Las zonas de S’Amarador y ses Fonts de n’Alis tienen cada una un aparcamiento (actualizado: Los aparcamientos están gestionados por la asociación Estel de Levante y tienen un coste de 5 € por los turismos, 2 € por las motos, 9 € por caravanas y 12 € para los autobuses) y un área recreativa en sus proximidades, antes de llegar a las calas. Durante el verano están abiertos un bar con tienda en el Caló d'en Garrot y un chiringuito en S´Amarador.
En las zonas recreativas hay baños, parque infantil y mesas con bancos para merendar. Está prohibido hacer fuego durante todo el año, ¡así que traed la comida ya hecha! Y mucho cuidado para no dejar restos de comida y basura por el parque.
Tienen un programa de actividades para toda la familia, de talleres y excursiones guiadas, que os iremos informando a través de nuestra agenda de actividades amigas.
Al principio el camino transcurre por un olivar de oliveras centenarias muy comunes por esta parte de la isla y a continuación nos encontraremos con un mirador con una mesa de piedra a 255 metros sobre el nivel del mar de los muchos miradores que mandó construir el Archiduque Luis Salvador por estos lugares. Durante todo el camino (sin asfaltar) mientras descendemos, podremos contemplar la impresionante roca horadada por el viento, punto final de destino de nuestra excursión. A nuestra izquierda nos encontraremos unas escaleras de piedra que si las subimos nos llevarán nuevamente a otro mirador de la época del Archiduque (155 metros), y un poco más abajo a la altura de 45 metros sobre el nivel del mar y unos metros antes de llegar a un cruce de camino hay un desvío a nuestra derecha que nos permite descender a una minúscula cala de aguas transparentes.
